Estrategias para control de grupo (técnicas de manejo)

Publicado en Gestión empresarial

Independientemente que sea dentro de un salón de clases de una escuela, en una presentación ejecutiva o en una sesión de capacitación en una organización, es importante desarrollar estrategias para control de grupo de forma tal que se mantenga tanto la atención como el proceso de aprendizaje que se desea realizar.

Veamos, a continuación, cuáles son estas estrategias para control de grupo, pero antes nos preguntamos: ¿Qué son? y ¿En que consiste?

Su concepto

A medida que se brinda una capacitación o formación y donde usted estimula la participación, irá surgiendo la personalidad de cada individuo, y usted debe tratar con esa personalidad. Por ejemplo, habrá una persona que sea la única que quiera hablar durante todo el tiempo; habrá otras que no dirán una palabra.

Usted querrá conocer la forma de manejar con tacto a estos tipos tan diferentes, para que no tenga un”desertor mental”, o lo que sería peor aún, un desertor físico.

Usted necesita pues, conocer algo acerca de las causas de las diferentes reacciones y lo que puede hacer para evitar, o modificar la acción.

Técnicas según la personalidad de los participantes

Dentro de un grupo de formación o en una empresa, debe tratar de identificar las personalidades que se pueden presentar y cómo maneajarlas. Veamos, a continuación, alguna de ellas:

Estrategias para control de grupo #1 El individuo silencioso

Algunas de las causas del silencio de un individuo del grupo, son:

No le interesa el tema o tópico. No ha sido motivado o no le encuentra valor para él en la sesión.
Puede estar indeciso o confuso. Quizá los objetivos no le parezcan claros. Quizá no ha entendido las discusiones previas.
Puede pensar que sus conocimientos no son suficientes para contribuir a la sesión. Es posible que prefiera quedarse en silencio en lugar de aparecer como un ignorante delante de los demás.
Considera que él no tiene nada que hacer en ese grupo.

Es probable que sea de captación lenta. Muchas veces, una persona está pensando en algo y preparándose para expresar sus ideas sobre el particular. Antes de que lo haga, alguien ya se le adelantó, Puede preferir estar escuchando.

En el curso de la sesión, usted puede ayudar a un individuo a que haga una aportación. Si está alerta a su grupo, usted sentirá si alguien quiere contribuir. Su expresión le dará un indicio. Usted podrá comentar: “Juan me parece que quiere usted decir algo”. Si Juan niega con la cabeza, no insista.

Usted puede hacer una pregunta a la cual deban contestar todos los del grupo. Si incluye a la persona tímida en esta serie de preguntas hechas a todo el grupo, está ayudándola a “romper el hielo”.

Aunque las preguntas que pueden contestarse con un “si” o “no”, son indeseables, puede dirigirle alguna a la persona silenciosa, para ayu_ darla a que diga algo.

Para facilitar la comprensión y ayudar a quienes piensan o captan ccn lentitud, es conveniente hacer resúmenes frecuentes.

Estrategias para control de grupo #2 El monopolizador

El monopolizador es el reverso de la persona silenciosa. Habla tanto que no deja oportunidad a los demás. Puede tratar de monopolizar la sesión , porque:

Posee conocimientos que los demás no tienen
Desea ser útil y compartir sus ideas y experiencias con los demás.
Puede ser tan entusiasta que se impaciente y quiera acelerar el paso del grupo
Puede ser un “sabelotodo”
Quiere dejar sentado que él es el líder del grupo
Desea más reconocimiento del grupo y del instructor.

Si desde el principio de la sesión usted expresa claramente que todos tendrán oportunidad de participar, el individuo que podría convertirse en monopolizador, se quedará sin oportunidad. Habrá otros que también contribuyan. Además el resto del grupo le hará saber al monopolizador, que está hablando demasiado. Si usted puede saber algo de las personas del grupo, antes de la sesión, podrá considerar el incluir la experiencia o habilidad de cada una.

Usted puede pedirle al monopolizador que haga un resumen. Decirle una frase tal como: “no sé si Pedro podría hacernos una sinopsis de lo hablado”, dará por resultado que ponga fin a sus comentarios. Luego, puede preguntar a los demás si tienen algo que expresar.

Usted puede sugerir a los demás, que también expresen su opinión diciendo: “Pedro nos ha dado ya, muy buenas ideas. Me gustaría oír las de algunos de ustedes”. Luego dirija la pregunta a otro individuo del grupo.

Usted puede repetir lo que estime que él ha expresado, y preguntarle, si eso es lo que pretende decir: “Quiero estar seguro de que he enten dido lo que usted dice. ¿ Se trata de esto y esto ?” Luego exprese la idea en sus propias palabras. Si el asiente, pida su opinión a los otros miembros del grupo.

Estrategias para control de grupo #3 El desviador

Un individuo puede, tratar de llevar la discusión fuera del tema anun ciado. Podría suceder, porque:

No entiende los objetivos de la sesión.
Quiere evitar el tópico
Tiene problemas emocionales que le impiden concentrarse en el tema
Busca información sin relación con el tópico.

Usted debe exponer los objetivos en la forma más clara posible e indicar al grupo, desde el primer momento, el camino de la sesión y lo que abarcará en general. Con esto ellos sabrán si sus preguntas serán o no contestadas, durante el programa. También sabrán si será” pertinentes sus comentarios. Quizá pueda hacer algo para ayudar al individuo a eliminar su problema emocional. Si es posible, averigüe por qué trata de eludir el tópico, y actúe consecuentemente. Durante la sesión usted deberá tratar de relacionar lo que se vaya diciendo, con el tópico, para evitar malos entendimientos.

En algunos casos, puede decir directamente que la .idea no tiene caso y volver al grupo al asunto original. Use el máximo tacto. Usted puede ofrecer discutirlo más adelante e indicar que será el tema de una futura sesión.

Otros aspectos que se pueden presentar

Períodos de silencio

Ocasionalmente todo el grupo se quedará en silencio. Puede ser causado por:

Aburrimiento
Fatiga por una sesión muy larga
El hecho de que el grupo esté pensando
Uno de los miembros del grupo ha impresionado a los demás con su “sabihondez”, y otros se muestran renuentes a hablar
Manejo incorrecto de las contribuciones del grupo, por parte de del instructor. Quizá usted ha sido demasiado crítico, demasiado indiferente, o ha pasado por alto las contribuciones.
El hecho de que el grupo no quiere estar ahí.

La forma en que usted inicie la sesión y la actitud que adopte, harán mucho por evitar estos incómodos períodos de silencio. Mientras más eficiente sea su labor, al desarrollar el interés y al establecer una atmósfera de cordialidad mejor será la participación del grupo. S¡ el grupo siente hostilidad hacia la sesión o hacia usted, la tarea de motivarlo será más difícil. Usted tendrá que trabajar con más esfuerzo y ser paciente con el grupo. Mientras mejor pueda demostrar cómo se beneficiará el grupo con la sesión, más pronto desaparecerán las actitudes negativas.

Si le pide al grupo que piense en algo que se ha dicho, déle suficiente tiempo. Recuerde que usted está familiarizado con el problema o la pregunta y que sabe la respuesta o solución, pero es la primera vez que ésta se presenta al grupo. Quizá le parezca que ha esperado demasiado tiempo para oír un comentario, aunque generalmente esto no es así.

Conversación durante las sesiones

Las conversaciones particulares entre dos individuos ocurren porque:

No tienen interés en el tema
La presentación carece de interés
El grupo está cansado
No se ha respetado el programa original. Si usted indicó un descansopara cierta hora, y no se interrumpe, los componen tes del grupo comenzarán a preguntarse uno a otro: “¿ no es ya la hora de descanso ?” Si la clase se alarga más de la cuenta, verá que los estudiantes dicen: “suponíamos que terminaríamos a las 10. Yo tengo que marcharme”.
Una de las personas no está segura de lo que oyó y desea corroborarlo con su vecino. También en este caso, la atmósfera establecida por usted, eliminará esas conversaciones particulares y ajenas al curso. Si los asistentes saben que podrán expresar sus opiniones sin que se les censure, se eliminarán casi todas esas conversaciones.

Respetar el programa también ayuda mucho. No es cuestión de exactitud cronométrica, pues un minuto o dos no importan, no más tiempo, consulte con el grupo lo que preferirían hacer.

Si una conversación particular dura un par de minutos, no haga caso, salvo que esté molestando al grupo. Si continúa la platica, interrumpa la sesión y espere hasta que cese la charla. Con mucha frecuencia

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